La Sala Capitular de la Catedral de Toledo es un espacio de gran importancia histórica y artística. Fue creada por iniciativa del Cardenal Cisneros en el siglo XVI y se encuentra ubicada en el claustro de la catedral. Esta sala ha sido testigo de importantes acontecimientos a lo largo de los siglos y su interior alberga una rica decoración que refleja el estilo «Cisneros». A continuación, exploraremos la historia y los aspectos destacados de esta sala emblemática.
Historia de la Sala Capitular
Creación por el Cardenal Cisneros
La Sala Capitular fue creada por el Cardenal Cisneros, una figura destacada en la historia de la catedral de Toledo. Cisneros fue arzobispo de Toledo y decidió construir esta sala como un espacio para las reuniones y deliberaciones del cabildo catedralicio. Su construcción se llevó a cabo en el siglo XVI y se convirtió en un lugar de gran importancia para la vida eclesiástica de la época.
Estilo «Cisneros» en su interior
El interior de la Sala Capitular refleja el estilo «Cisneros», una combinación del gótico flamígero y el último mudéjar. Este estilo arquitectónico se caracteriza por la presencia de arcos ojivales, tracerías y elementos decorativos de influencia islámica. El resultado es un espacio de gran belleza y armonía, que refleja la visión artística del Cardenal Cisneros.
Función de archivo de actas capitulares
Además de ser un espacio de reunión, la Sala Capitular también cumple la función de archivo de las actas capitulares. En ella se conservan los libros y documentos que registran las decisiones y acuerdos tomados por el cabildo catedralicio a lo largo de los siglos. Estos documentos son de gran importancia histórica y constituyen una fuente invaluable para el estudio de la historia de la catedral y de la ciudad de Toledo.
Decoración y pinturas murales
La Sala Capitular está decorada con pinturas murales que datan del siglo XVI. Estas pinturas se encuentran en el friso de la sala y representan una decoración vegetal de gran belleza. Los motivos florales y vegetales están pintados en tonos dorados y verdes, creando un efecto visual impactante. Estas pinturas murales son un ejemplo del arte renacentista y reflejan el gusto estético de la época.
Aspectos destacados
Artesonado dorado y policromado
Uno de los aspectos más destacados de la Sala Capitular es su artesonado dorado y policromado. El artesonado es una estructura de madera tallada que cubre el techo de la sala. En el caso de la Sala Capitular, el artesonado está decorado con motivos geométricos y vegetales, que han sido dorados y policromados. Esta técnica de decoración le confiere a la sala un aspecto lujoso y elegante.
Pinturas al óleo en los muros
En los muros de la Sala Capitular se encuentran una serie de pinturas al óleo que representan escenas de la Vida de la Virgen y la Pasión de Cristo. Estas pinturas son de gran calidad artística y reflejan la devoción religiosa de la época. Cada una de las escenas está cuidadosamente representada, con detalles minuciosos y colores vibrantes. Estas pinturas son una muestra del arte religioso del Renacimiento y constituyen un tesoro artístico de la catedral de Toledo.
Retratos de los primeros Arzobispos toledanos
En la Sala Capitular se encuentra una serie de 32 retratos de los primeros Arzobispos toledanos. Estos retratos son de gran valor histórico y artístico, ya que nos permiten conocer la apariencia de los prelados que desempeñaron un papel importante en la historia de la catedral y de la ciudad de Toledo. Cada retrato está cuidadosamente pintado al óleo y muestra a los arzobispos en actitud solemne y digna.
Presencia de la silla Arzobispal
En la Sala Capitular se encuentra la silla Arzobispal, una obra de Copín de Holanda. Esta silla es de estilo gótico y está tallada en madera de nogal. La silla tiene un diseño elaborado, con detalles ornamentales y esculturas que representan escenas bíblicas. La presencia de la silla Arzobispal en la Sala Capitular es un recordatorio de la importancia de este espacio en la vida eclesiástica de la catedral de Toledo.
La Sala Capitular de la Catedral de Toledo es un espacio de gran importancia histórica y artística. Su creación por el Cardenal Cisneros y su estilo «Cisneros» en su interior la convierten en un lugar único. Su decoración y pinturas murales reflejan el gusto estético de la época y su función como archivo de actas capitulares la convierte en un tesoro histórico. Los aspectos destacados de la sala, como el artesonado dorado y policromado, las pinturas al óleo en los muros, los retratos de los primeros Arzobispos toledanos y la presencia de la silla Arzobispal, la convierten en un lugar de visita obligada para los amantes del arte y la historia.