Quién se comió la ballena – Descubre su historia aquí

La leyenda de «¿Quién se comió la ballena?»

La expresión «¿Quién se comió la ballena?» ha sido objeto de una leyenda urbana muy popular en la zona oriental de Cantabria, específicamente en la comarca del bajo Asón. Esta leyenda se enmarca en la histórica rivalidad existente entre las villas de Laredo y Santoña, dos localidades marineras con una larga tradición pesquera.

Origen de la expresión

La frase «¿Quién se comió la ballena?» ha llegado a resumir y simbolizar la eterna rivalidad entre Laredo y Santoña. Se dice que esta rivalidad se remonta a tiempos inmemoriales y ha sido transmitida de generación en generación. La expresión en sí misma hace referencia a un hecho histórico que ocurrió en los años 40 del siglo XX.

Contexto histórico

En plena posguerra española, específicamente en la madrugada del 2 de noviembre de 1942, fue avistado el cadáver de una gran ballena a merced de las corrientes de la bahía de Santoña. Este hecho causó gran revuelo en la comunidad, ya que la presencia de una ballena de tal magnitud era algo poco común en la zona.

Impacto en la comunidad

El avistamiento de la ballena y su posterior subasta tuvo un gran impacto en la comunidad. Los comerciantes santoñeses se hicieron con el animal en una subasta, pagando un precio de 2.500 pesetas. La carne de la ballena fue repartida entre Santoña y Laredo, aunque la mayor parte fue destinada para el consumo del ejército.

Conferencia conmemorativa

En conmemoración del 50º aniversario de la llegada de la famosa ballena a la bahía, se organizó una conferencia en la que se demostró que el «enfrentamiento» entre Laredo y Santoña posee un carácter más bien cordial. Se destacó la importancia de preservar la tradición marinera y la rivalidad sana entre ambas localidades.

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El avistamiento del cadáver de la ballena

Fecha y lugar del avistamiento

El avistamiento del cadáver de la ballena tuvo lugar en la madrugada del 2 de noviembre de 1942 en la bahía de Santoña, en la costa oriental de Cantabria. La presencia de la ballena causó gran asombro y curiosidad entre los habitantes de la zona, ya que no era común ver un animal de tal magnitud en esas aguas.

Subasta del animal

Una vez que el cadáver de la ballena fue avistado, se decidió subastar el animal entre los comerciantes de Santoña. La subasta se llevó a cabo y el animal fue vendido por un precio de 2.500 pesetas. Esta cifra era considerablemente alta para la época, lo que demuestra el interés que despertó la ballena entre los comerciantes locales.

Reparto de la carne

Tras la subasta, la carne de la ballena fue repartida entre Santoña y Laredo. Sin embargo, la mayor parte de la carne fue destinada para el consumo del ejército, debido a la difícil coyuntura que atravesaba España en ese momento. El país acababa de salir de la Guerra Civil y se encontraba en un estado de desabastecimiento y racionamiento.

Impacto en la coyuntura española

El avistamiento y posterior reparto de la carne de la ballena tuvo un impacto significativo en la coyuntura española de la época. La llegada de un animal de tal magnitud y la posibilidad de obtener carne fresca fue recibida con gran entusiasmo por parte de la población, que se encontraba en una situación de escasez de alimentos.

La carne de la ballena ayudó a paliar en cierta medida la situación de hambre y desabastecimiento que se vivía en el país. Además, el hecho de que la carne fuera repartida entre Santoña y Laredo también contribuyó a fortalecer los lazos entre ambas localidades, a pesar de la rivalidad existente.

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La leyenda de «¿Quién se comió la ballena?» es un reflejo de la histórica rivalidad entre Laredo y Santoña, pero también de la importancia de la tradición marinera y la solidaridad en tiempos difíciles. El avistamiento del cadáver de la ballena y su posterior reparto de carne tuvo un impacto significativo en la comunidad y en la coyuntura española de la época.

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