Marina Abramovic y Ulay son dos reconocidos artistas de performance que han dejado una huella imborrable en el mundo del arte contemporáneo. Su relación artística y sentimental ha sido objeto de admiración y controversia a lo largo de los años. Una de las acciones más emblemáticas que realizaron juntos fue «The lovers: the great wall walk», llevada a cabo en la Muralla China en 1988.
La acción artística «The lovers: the great wall walk»
Esta acción artística consistió en que Marina Abramovic y Ulay caminaran por la Muralla China desde extremos opuestos hasta encontrarse en el centro. El recorrido total fue de 2.500 km y duró 90 días. Durante este tiempo, cada uno de los artistas caminaba en solitario, enfrentándose a los desafíos físicos y emocionales que implicaba esta travesía.
El objetivo de esta acción era explorar la relación entre el individuo y el entorno, así como la conexión entre dos personas. Marina y Ulay buscaban fusionar sus identidades y convertirse en una sola entidad a través de esta experiencia compartida en la Muralla China.
Encuentro cara a cara en la muralla
Después de caminar durante meses, Marina Abramovic y Ulay finalmente se encontraron cara a cara en el centro de la Muralla China. Este momento fue capturado en una fotografía icónica que muestra a los dos artistas abrazándose y llorando. Fue un momento de gran intensidad emocional, que marcó el clímax de la acción artística.
Fin de su relación como pareja artística y sentimental
El encuentro en la Muralla China también marcó el fin de la relación entre Marina Abramovic y Ulay como pareja artística y sentimental. A pesar de que originalmente habían planeado casarse en ese momento, decidieron poner fin a su relación y despedirse como compañeros de trabajo y de vida.
Esta decisión fue tomada debido a las tensiones y conflictos que habían surgido a lo largo de su relación. Marina y Ulay reconocieron que su conexión artística era tan intensa que se había vuelto insostenible en el ámbito personal. Aunque fue una decisión dolorosa, también fue un acto de liberación y crecimiento para ambos artistas.
El encuentro en la Muralla China
Originalmente planeado como un matrimonio
La acción artística en la Muralla China fue concebida originalmente como una ceremonia de matrimonio entre Marina Abramovic y Ulay. Ambos artistas veían esta acción como una forma de unir sus vidas y sus prácticas artísticas de manera simbólica.
Sin embargo, a medida que avanzaban en su recorrido por la muralla, Marina y Ulay comenzaron a darse cuenta de que su relación estaba llegando a su fin. La presión y la intensidad de la acción artística habían revelado las grietas en su relación, y se dieron cuenta de que no podían seguir adelante como pareja.
Decisión de poner fin a su relación
La decisión de poner fin a su relación fue tomada de mutuo acuerdo por Marina Abramovic y Ulay. Ambos reconocieron que su conexión artística era única y poderosa, pero también comprendieron que necesitaban separarse para poder crecer y explorar nuevas direcciones en sus carreras individuales.
A pesar de la tristeza y el dolor que implicaba esta decisión, Marina y Ulay se dieron cuenta de que era lo mejor para ambos. Decidieron terminar su relación como pareja artística y sentimental en ese momento, en el centro de la Muralla China, como un acto simbólico de cierre y transformación.
Despedida como compañeros de trabajo y de vida
Después de su encuentro en la Muralla China, Marina Abramovic y Ulay se despidieron como compañeros de trabajo y de vida. Aunque su relación romántica había llegado a su fin, su conexión artística seguía siendo fuerte y significativa.
A lo largo de los años, Marina y Ulay han seguido trabajando por separado, pero su colaboración en «The lovers: the great wall walk» sigue siendo un hito en la historia del arte contemporáneo. Esta acción artística no solo exploró temas universales como el amor y la conexión humana, sino que también desafió los límites del cuerpo y la mente.
Reencuentro 22 años después
Marina realizó «The artist is present» en 2010
Veintidós años después de su encuentro en la Muralla China, Marina Abramovic realizó una de sus performances más famosas: «The artist is present». Esta acción tuvo lugar en el Museo de Arte Moderno de Nueva York en 2010 y consistió en que Marina se sentara en silencio en una silla mientras los visitantes del museo se sentaban frente a ella.
Esta performance duró tres meses y atrajo a miles de personas de todo el mundo. Marina se convirtió en una figura icónica del arte contemporáneo, y su presencia silenciosa y penetrante generó una gran cantidad de emociones en los visitantes.
Ulay intervino como parte del público
Durante «The artist is present», Ulay sorprendió a Marina Abramovic al aparecer como parte del público. Después de más de dos décadas sin verse, Ulay se acercó a Marina y se sentó frente a ella en silencio.
Este reencuentro fue un momento de gran emoción y significado para ambos artistas. Aunque no se pronunciaron palabras, su conexión y su historia juntos resonaron en ese momento. Fue un cierre simbólico para su relación y una forma de honrar su pasado compartido.
Marina Abramovic y Ulay son dos artistas que han dejado una huella imborrable en el mundo del arte contemporáneo. Su acción artística en la Muralla China y su posterior reencuentro en «The artist is present» son testamentos de su conexión única y de su capacidad para desafiar los límites del arte y la vida.