El Torete y El Vaquilla juntos: vidas paralelas

El Torete y El Vaquilla, dos nombres que quedaron grabados en la historia del cine español y en la memoria colectiva de toda una generación. Estos dos jóvenes delincuentes, que se conocieron en el barrio de La Mina, en San Adrián de Besós, protagonizaron una amistad y una carrera delictiva que los llevaría a convertirse en auténticos iconos de la delincuencia juvenil en la década de los 80.

Encuentro en el barrio

La Mina, un barrio marginal de Barcelona, fue el escenario donde se encontraron por primera vez El Torete y El Vaquilla. Ambos provenían de familias humildes y desde muy jóvenes se vieron envueltos en el mundo de la delincuencia. Juntos, formaron una amistad que los llevaría a compartir experiencias, aventuras y, finalmente, el camino hacia la fama.

Amistad y delincuencia

La amistad entre El Torete y El Vaquilla se forjó en las calles del barrio, donde compartieron robos, peleas y todo tipo de fechorías. Su vida delictiva se convirtió en su forma de vida, y su fama comenzó a crecer a medida que sus hazañas se hacían cada vez más conocidas en el mundo del hampa.

Carrera actoral de El Torete

El Torete, cuyo nombre real era Basilio Fernández Franco, encontró en el cine una vía de escape a su vida delictiva. Su carisma y su aspecto de chico duro llamaron la atención de los directores de cine, quienes vieron en él un potencial actor.

Cine quinqui

El Torete se convirtió en uno de los principales exponentes del denominado cine quinqui, un género cinematográfico que retrataba la realidad de los jóvenes delincuentes de la época. Películas como «Perros callejeros» (1977) y «Navajeros» (1980) lo catapultaron a la fama y lo convirtieron en un ídolo de masas.

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Actuación en «Yo, el Vaquilla»

La película «Yo, el Vaquilla» (1985), dirigida por José Antonio de la Loma, fue el punto culminante en la carrera actoral de El Torete. En esta película, interpretó al abogado de su amigo El Vaquilla, en una historia que reflejaba la vida real de ambos delincuentes.

Participación en «Perros callejeros»

Además de su papel en «Yo, el Vaquilla», El Torete también participó en las tres películas de la saga «Perros callejeros», donde compartió pantalla con su hermano Basilio Fernández Franco, quien interpretó a El Vaquilla.

Legado musical

El Torete y El Vaquilla no solo dejaron huella en el cine, sino también en el mundo de la música. Grupos de rumba como Los Chichos, Los Chunguitos y Bordón 4 se encargaron de ilustrar musicalmente las historias de estos dos jóvenes delincuentes.

Los Chichos

Los Chichos, uno de los grupos más emblemáticos de la rumba española, dedicaron una canción a El Torete titulada «El Torete y El Vaquilla». En esta canción, relataban las aventuras y desventuras de estos dos personajes y su vida en el mundo del hampa.

Los Chunguitos

Los Chunguitos, otro grupo de rumba muy popular en la época, también se inspiraron en la historia de El Torete y El Vaquilla para componer algunas de sus canciones más conocidas. Su música reflejaba la dura realidad de la vida en los barrios marginales y la lucha por sobrevivir en un entorno hostil.

Bordón 4

Bordón 4, un grupo de rumba catalán, también se sumó a la ola de canciones dedicadas a El Torete y El Vaquilla. Su música, llena de ritmo y energía, transmitía la rebeldía y la pasión de estos dos jóvenes delincuentes.

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Últimos años

Después de su paso por el cine y la música, El Torete decidió alejarse de la vida delictiva y buscar una nueva oportunidad en la vida. Se trasladó a Monteagudo, un pequeño pueblo de Murcia, donde consiguió trabajo como transportista en una empresa local.

Nueva vida en Monteagudo

En Monteagudo, El Torete intentó rehacer su vida y dejar atrás su pasado delictivo. Se integró en la comunidad y se convirtió en una persona respetada y querida por sus vecinos. Aunque su fama como delincuente nunca desapareció por completo, encontró en este pequeño pueblo un refugio donde empezar de nuevo.

Enfermedad y fallecimiento

Desafortunadamente, la vida de El Torete se vio truncada por una enfermedad. En 1991, se enteró de que tenía SIDA, una noticia que lo devastó. A pesar de su lucha contra la enfermedad, El Torete no pudo superarla y falleció ese mismo año, dejando un legado de cine y música que perdurará para siempre.

El Torete y El Vaquilla, dos nombres que quedarán grabados en la historia del cine y en la memoria de aquellos que vivieron su época. Dos vidas paralelas que se encontraron en el barrio, compartieron amistad y delincuencia, y dejaron un legado que trascendió más allá de sus propias vidas.

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