El rapto de Proserpina de Bernini es una escultura realizada por el famoso escultor italiano Gian Lorenzo Bernini entre los años 1621 y 1622. Esta obra maestra del arte barroco fue encargada por Scipione Borghese, un cardenal y mecenas de las artes, y posteriormente cedida al Cardenal Ludovico Ludovisi en 1622. La escultura retrata un momento clave en el mito de Plutón y Proserpina, y ha sido aclamada por su belleza y expresividad.
La historia detrás de la escultura
Encargo y cesión de la escultura
El encargo de la escultura fue realizado por Scipione Borghese, quien era un gran admirador del talento de Bernini. Borghese quería una obra que representara el mito de Plutón y Proserpina, y decidió encargarla al joven escultor. Sin embargo, poco después de su finalización, la escultura fue cedida al Cardenal Ludovico Ludovisi, quien era un pariente cercano de Borghese. Esta cesión fue un gesto de generosidad por parte de Borghese, quien quería honrar a su pariente con una obra de arte excepcional.
El mito de Plutón y Proserpina
El mito de Plutón y Proserpina es una historia de la mitología romana que relata el secuestro de Proserpina, hija de Júpiter y Ceres, por parte de Plutón, el dios del inframundo. Según la leyenda, Proserpina estaba recogiendo flores en un campo cuando Plutón la vio y quedó cautivado por su belleza. Sin perder tiempo, Plutón la secuestró y la llevó al inframundo.
Intervención de Júpiter y acuerdo sobre el destino de Proserpina
Al enterarse del secuestro de su hija, Ceres, la diosa de la agricultura y madre de Proserpina, se llenó de dolor y desesperación. Como resultado, la tierra se secó y las cosechas se perdieron. Ante esta situación, Júpiter, padre de Proserpina, decidió intervenir y buscar una solución. Después de escuchar los argumentos de Ceres y Plutón, Júpiter llegó a un acuerdo: Proserpina pasaría la mitad del año con su madre en la superficie y la otra mitad en el inframundo con Plutón.
Detalles de la escultura
La escultura El rapto de Proserpina de Bernini captura de manera magistral el momento del rapto de Proserpina por parte de Plutón. La obra muestra a Proserpina en un contraposto retorcido, una técnica característica del arte barroco que crea una sensación de movimiento y tensión en la escultura. A través de la línea serpentinata, Bernini logra que el espectador pueda observar simultáneamente el rapto, la llegada al Hades y la petición de Proserpina a su madre.
Un detalle destacado de la escultura es el lado derecho, donde se puede apreciar cómo los dedos de Plutón aprietan el cuerpo de Proserpina de manera cruel. Bernini logra representar de manera detallada la blandura de la carne, con Proserpina empujando la cabeza de Plutón y los dedos de este apretando la carne de Proserpina. Esta representación realista y dramática de la escena es una muestra del talento y habilidad de Bernini como escultor.